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EL CUARTO MANDAMIENTO
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diar su Biblia, para orar fervientemente a su Creador como su
Padre, para
meditar
en las leyes y propósitos de la
vida?
Para los más, la verdadera respuesta será, probablemente,
"NUNCA"- ¡a menos que aprendan a obedecer el cuarto manda–
miento del Todopoderoso! La obediencia a este mandamiento tan
poco entendido, es un PODEROSO factor para acercar las vidas de
los hombres al Creador- a sus bendiciones y directo gobierno.
El cuarto mandamiento
En los primeros tres capítulos de este libro, discutimos el
predominante pecado de poner otro "dios" en el lugar del verda–
dero Dios. Aprendimos que Dios nos manda adorarle
directa–
mente,
sin intermediarios y que nos cuidemos de usar cualquier
imagen, cuadro u objeto fiSico como "recordativo" del gran Crea–
dor, o como "auxiliar" para adorar. Se nos advirtió que no debemos
usar en vano
el NOMBRE del Todopoderoso Dios, que representa su
posición, su carácter, su poder, su oficio, como gran GoBERNADOR
del vasto universo.
El cuarto mandamiento complementa la primera sección del
Decálogo, la cual trata del vinculo que une al hombre con Dios. Se
encarga de dar como perpetua observancia, una SEÑAL de afinidad
o parentesco entre Dios y el hombre.
"RECUERDA EL DÍA DEL SÁBADO, PARA SANTIFICARLO. SEIS
DÍAS TRABAJARÁS, Y HARÁS TODOS TUS TRABAJOS, PERO EL DÍA
SÉPTIMO ES DÍA DE DESCANSO PARA EL ETERNO TU DIOS. No
HARÁS NINGÚN TRABAJO, NI TÚ, NI TU HIJO, NI TU HIJA, NI TU
SIERVO, NI TU SIERVA, NI TU GANADO, NI EL FORASTERO QUE
HABITA EN TU CIUDAD. PUES EN SEIS DÍAS HIZO EL ETERNO LOS
CIELOS Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO CUANTO CONTIENEN, Y EL
SÉPTIMO DESCANSÓ; POR ESO BENDIJO EL ETERNO EL DÍA DEL
SÁBADO YLO HIZO SAGRADO" (Exodo 20:8-11, Biblia de Jerusalén).
(Nota: La Versión Moderna dice "día de reposo" en vez de
"sábado". Eso es una equivocación. La palabra en el texto hebreo
significa "el séptimo día" o "sábado" y no solamente "un día de
reposo" como lo han traducido muchas autoridades modernas).
Este mandamiento, es en su dicción, el más largo de los diez.
Está colocado, protectivamente, por decirlo así, precisamente a la
mitad de los Diez Mandamientos. Con todo, triste es decirlo es el
mandamiento respecto del cual los hombres "razonan" y argumen-