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LOS DIEZ MANDAMIENTOS
instituyó el matrimonio para que fuese la perfecta expresión de
este amor del hombre y la mujer.
El matrimonio representa a Cristo
y
su Iglesia
Al igual que todo lo ordenado por Dios, la unión matrimonial
es SANTA. Es
tan santa
que en su Palabra el Todopoderoso emplea
dicha unión como tipo del vínculo entre CRISTO y su Iglesia.
Note lo que dice Efesios 5:22-33: "las casadas estén sujetas a
sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de
la mujer, ASÍ COMO Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo"
(Versión Reina-Valera, Revisión 1960).
En este pasaje, Dios demuestra que en el hogar cristiano la
esposa debe someterse a su esposo quien es la CABEZA de ese hogar,
y de la misma manera debe aprender a someterse al Salvador,
Cristo Jesús
por toda la eternidad. En este vinculo santo la mujer
puede aprender la importante
lección
de COETERNA
fidelidad.
Luego la Sagrada Escritura se dirige a los esposos: "Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella ... así también los maridos deben amar
a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer,
a sí mismo se ama" (versículo 25, 28).
Jesucristo
sirvió, ayudó, instruyó,
protegió a su Iglesia, y más
tarde SE ENTREGÓ a sí mismo por ella. De la misma manera los
esposos deben proteger, sustentar, guiar, alentar,
amar
y DAR el
bien a sus esposas.
El hombre cristiano debe ser la CABEZA de su hogar. Con todo,
el debe valerse de esa posición para
servir
y para
dar
protección,
dirección y felicidad a su esposa y su familia. Y el Todopoderoso
encomienda al hombre la
responsabilidad
de ser un buen jefe y
CABEZA de
SU
hogar.
Por ser tan grandiosa la
lección
y tan sublime el
propósito
del
matrimonio, Dios dice: "Por esto dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán UNA SOLA CARNE"
(versículo 31).
En la unión matrimonial, el hombre y la mujer son hechos
UNO SOLO. La relación entre ellos debe representar la eterna,