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¿Es brblica la Trinidad?
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fia del día. Obviamente pensaron que su religión sería más
aceptable si se asemejara a la filosofia pagana de la época.
Aquellos hombres eran versados en filosofia y ésta influyó
sobre su manera de ver la Biblia.
La Iglesia, pues, aceptó la doctrina de la Trinidad
adornada por la filosofia de la época, a principios del siglo
IV, más de trescientos años después de la muerte de Cristo.
¡Los mismos teólogos reconocen que la Trinidad es
una creación del
siglo cuarto
y no del primero!
"Los teólogos y exegetas bíblicos, incluyendo a un
grupo creciente de católicos romanos, reconocen que
no
debe hablarse del trinitarismo en el Nuevo Testamento
sin calificaciones serias.
También reconocen paralelamente que
hablar del trinitarismo sin calificarlo, es
pasarse del período
del origen del cristianismo al último cuadrante del siglo IV.
Fue entonces cuando quedó totalmente asimilado a la vida y
pensamientos cristianos lo que podríamos llamar el dogma
trinitario definitivo, 'un Dios en tres personas'"
(New
Catholic Encyclopedia,
Nueva Enciclopedia Católica, artí–
culo "Trinidad", Vol. 14, pág. 295).
El Concilio de Nicea
Fue en el Concilio de Nicea, en el año 325 después de
Cristo, donde presentaron sus casos dos miembros de la
congregación alejandrina: Ario, sacerdote según el cual
Cristo no era Dios, sino un ser creado; y Atanasio, un
diácono, quien creía que el Padre, el Hijo y el Espíritu eran
un mismo ser, existiendo bajo tres formas (o en tres rela–
ciones, así como un hombre puede ser al mismo tiempo
padre, hijo y hermano).
El concilio no había sido convocado por los jefes de la
Iglesia, como era de suponerse, sino por el emperador
Constantino, quien deseaba solucionar esta disputa por
razones que distaban mucho de ser espirituales.
"En el año 325, el emperador Constantino convocó un
concilio eclesiástico en Nicea en Bitinia. Había favorecido
considerablemente al creciente cuerpo de cristianos, por–
que buscaba ganarse su apoyo para afianzar el trono, y
tenía interés en que la iglesia fuera vigorosa y unida. La
controversia aria representaba una amenaza para su uni-