Página 19 - Spanish

Versión de HTML Básico

La mente humana
15
El cristiano engendrado espiritualmente tiene ahora,
condicionalmente, LA PRESENCIA DE LA VIDA ETERNA, la VIDA DE
DIOS, dentro de él; pero TODAVÍA NO ES UN SER DIVINO inmortal.
Todavía no está compuesto totalmente de ESPÍRITU.
Es ahora
heredero
de Dios, como un hijo lo es de su
padre, pero TODAVÍA NO ha nacido de nuevo, todavía no es un
sucesor que haya tomado ya posesión de su herencia. Sin
embargo, si su Espíritu Santo mora en nosotros, Dios
vivificará nuestros cuerpos mortales - los transformará en
inmortales- por medio de su Espíritu que habita en nosotros
(Romanos 8:11; 1 Corintios 15:49-53). Esta transformación
tendrá lugar al tiempo del retorno de Cristo.
Veamos cómo continúa desenvolviéndose esta sorpren–
dente analogía.
Así como en el proceso de reproducción humana el
embrión, que luego se convertirá en feto, no nace al momento
sino que comienza a ser nutrido en el seno materno, de la
misma manera el cristiano engendrado tampoco ha NACIDO
todavía dentro de la familia de Dios. Solamente ha sido
engendrado con vida divina.
Satanás ha logrado engañar a gran parte de la cristiandad
haciendo creer a muchos que ya han "nacido de nuevo" por el
solo hecho de haber aceptado a Cristo.
No obstante, al igual que ocurre con la reproducción
humana, en la que las características HUMANAS se van
formando gradualmente a lo largo del período de gestación,
también el CARÁCTER JUSTO y SANTO de Dios comienza a
formarse y a CRECER en el verdadero hijo de Dios.
De hecho, en muchos casos ese carácter divino se
desarrolla tan lentamente que al comienzo difícilmente se
advierte su presencia, con excepción de algunas personas en
quienes aparece el éxtasis del "romance" que irradia del
"primer amor" de la conversión espiritual. Sin embargo,
todavía queda mucho por aprender y desarrollar en lo que se
refiere al carácter y al conocimiento espirituales
(11
Pedro
3:18).
Al momento de la conversión el cristiano es un "embrión"
espiritual que necesita ser nutrido con ALIMENTO ESPIRITUAL.
Jesús dijo que el hombre no debe vivir sólo de pan (alimento
físico) sino de toda palabra de Dios. La Biblia es la palabra de