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La mente humana
Dios escrita, al igual que Cristo es la palabra de Dios en
persona. El crecimiento al que nos referimos es el desarrollo
del carácter, lo cual
EXIGE TIEMPO
y se alcanza, en gran
medida, por la experiencia.
Sobre todo, ese crecimiento requiere el estudio continuo
de la Biblia, como también de continua y ferviente oración,
para presentarse delante de Dios aprobado. Cuando estudia–
mos la Biblia, Dios nos está hablando. Cuando oramos,
estamos hablándole a El. De esta manera llegamos a conocerle
realmente, de la misma forma en que nos relacionamos y
conocemos mejor a las personas mediante la conversación.
Además, gran parte de ese desarrollo espiritual se logra
mediante el compañerismo cristiano en la Iglesia de Dios con
otros que también han sido engendrados espiritualmente.
Más aún, al igual que el embrión y el feto humanos
reciben alimento físico de la madre, la Iglesia de Dios es la
MADRE
espiritual de sus miembros. La Iglesia de Dios es
llamada en la Biblia "la Jerusalén de arriba, la cual es madre
de todos nosotros" (Gálatas 4:26).
Existe un paralelismo exacto entre la reproducción
humana y la divina. Dios ha escogido y llamado a los ministros
en su Iglesia para que alimenten el rebaño, "a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a
la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo" (Efesios 4:12-13). El deber de los verdaderos ministros
de Cristo (¡y cuán pocos hay en la actualidad!) es proteger a los
santos ya engendrados (pero no nacidos aún) contra las falsas
doctrinas y los falsos ministros.
La reproducción humana es una maravillosa representa–
ción de la manera en que Dios se está reproduciendo.
Recordemos también que Dios quiso que la reproducción
humana fuera una parte integral de la vida de
FAMILIA,
pues
mediante ese proceso se añaden hijos a la familia humana. La
familia humana es un reflejo exacto de la familia divina. Dios
no dio el
MATRIMONIO
y la
VIDA FAMILIAR
a
NINGUNA OTRA
forma de vida sino sólo a los seres humanos, cuyo potencial es
entrar a formar parte de la
FAMILIA DIVINA.
Examinemos este tema un poco más a fondo. Al igual que