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La mente humana
pensar, razonar, tomar decisiones y ejercer la
voluntad.
El
espíritu, sin el poder mental de Dios o de los seres espirituales,
es INALTERABLE. Satanás y sus demonios hicieron su decisión
de oponerse a Dios; ahora, por cuanto están compuestos de
espíritu, ¡ya no les es posible cambiar esa decisión!
Al reproducirse a sí mismo, Dios exige el DESARROLLO de
un CARÁCTER justo, y esto, a su vez, exige CAMBIO. Si Dios nos
hubiera hecho de espíritu, una vez que hubiéramos tomado la
decisión de rechazarle a El jamás hubiéramos podido arrepen–
tirnos, jamás hubiésemos podido
cambiar
del camino de
Satanás al camino de Dios. Empero el hombre, compuesto de
materia, está sujeto al CAMBIO. Si ha sido llamado por Dios,
puede darse cuenta de que ha pecado y, con la ayuda divina,
puede seguir el camino correcto; es capaz de CRECER en el
conocimiento espiritual, de desarrollar carácter santo y justo,
de vencer sus malos hábitos, sus debilidades y sus faltas. Todo
esto lo hace el HOMBRE FÍSICO mediante el CEREBRO FÍSICO.
El espíritu humano en el hombre faculta al cerebro con el
intelecto físico, y el Espíritu de Dios, unido con el espíritu
humano, proporciona a la mente la facultad de comprensión
espiritual. En estos espíritus quedan GRABADOS y preservados
tanto el conocimiento y el carácter como la apariencia y la
configuración físicas. Estos espíritus no desarrollan el carácter
justo, sino que es Dios, por el Espíritu Santo, quien nos da
su
fe,
su
justicia ... siempre y cuando nosotros ardientemente lo
deseemos. Ahora bien, una vez que el carácter santo y justo se
haya desarrollado en el hombre físico, ¿cóMo puede Dios
tender el puente para convertir al HOMBRE en ESPÍRITU?
El molde espiritual
Ya hemos visto que las Escrituras describen al hombre como
barro, lo cual literalmente es, y a Dios como su alfarero.
También podríamos llamar a Dios nuestro escultor ya que,
con nuestra obediencia y decidida voluntad, somos OBRA DE
sus MANOS en cuanto al desarrollo espiritual y el carácter. Job
dijo: "Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días
de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación. Entonces
llamarás, y yo te responderé [al momento de la resurrección];
tendrás afecto a
la hechura de tus manos"
(Job 14:14-15).
Esto nos conduce al tema de la muerte del hombre físico