Versión de HTML Básico
100
El maravilloso mundo de mañana
ra. Las naciones no malgastarán miles de millones para
comprar aliados que luego las traicionan (Ezequiel 23:9, 22;
Lamentaciones 1:2, 19; Ezequiel 16; un aliado es llamado un
"amante" en la terminología bíblica). No habrá más concesio–
nes del gobierno con fines políticos a la industria, la ciencia, la
tecnología espacial ni a las escuelas e instituciones para la
investigación.
Al contrario, cada industria indispensable, cada institu–
ción educativa y cada empresa será solvente económicamen–
te.
¡Será un mundo maravilloso!
Un resumen final
Estadistas, científicos y educadores saben que la única
esperanza para la supervivencia y la paz es un gobierno
mundial. Podríamos citar a numerosos líderes que han hecho
esta afirmación.
De igual manera, podemos citar a otros tantos dirigentes
en cuya opinión un gobierno mundial es algo imposible.
En otras palabras, por un lado es: "gobierno mundial o
aniquilación", y por el otro: "un gobierno mundial es
imposible".
Este es el dilema aterrador al cual se enfrenta la
humanidad hoy en día. Con razón dice el Dios Todopoderoso:
"No conocieron camino de paz" (Romanos 3:17).
Pero lo que el hombre es incapaz de hacer por sí mismo,
el Dios viviente lo hará por él. Un gobierno mundial y perfecto
va a ser establecido en nuestro tiempo. Sus riendas estarán en
las manos de Jesucristo, el Gran Rey, y de innumerables
cogobernantes que habrán recibido inmortalidad y reinarán
bajo su dirección.
Estas buenas noticias son el verdadero evangelio de
Jesucristo. Cristo va a heredar el trono mundial (Lucas
1:32-33) acerca del cual Dios le había prometido a David que
permanecería de generación en generación
(11
Samuel 7:13).
Jesús dijo ante Pilato que había nacido para ese propósito
específico (Juan 18:36-37).
Jesús predicó constantemente las buenas noticias refe–
rentes al reino de Dios (Mateo 4:23; 6:10; 7:21; Marcos 1:15;
4:11; 14:25; Lucas 4:43; 8:10; 9:2, 11, 62, etc.). Se describió a sí