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Las siete leyes del éxito
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de un millón de dólares, desde la cual podía disfrutar de un
panorama espectacular de la ciudad de Beirut, Líbano, y el
hermoso Mediterráneo. Cuando el rey Saud le hizo una visita
real, él le obsequió 16 automóviles, uno de ellos con
incrustaciones de oro. El viejo emir Alí se volvió
tan
generoso
con sus propios caprichos, que pronto sus deudas llegaron a
los 14 millones de dólares, ¡sobrepasando a sus fabulosas
entradas!
Alrededor del mundo se difundió la noticia de que Alí
simplemente
no podía cubrir sus gastos
con sólo 12 millones y
medio de dólares al año. El primero de noviembre de 1960
abdicó en favor de su hijo Ahmed, de 40 años de edad. Un
nuevo consejo consultivo convino en pagar las deudas del viejo
Alí y concederle una pensión que le permitiera sostener un
puñado de sirvientes y unas cuantas esposas.
¡Pobre Alí! Le fue más difícil sufragar sus gastos con 12
millones y medio de dólares anuales, que cuando estaba en
relativa pobreza.
La primera ley
Ciertamente,
NADA
puede ser más importante en la vida
que saber lo que es el éxito
verdadero
y cómo alcanzarlo.
¿Cuál es, pues, la primera ley del éxito? Antes de
enunciarla debo aclarar que en el presente folleto nuestro
propósito no es analizar los principios morales y espirituales
como rectitud, paciencia, lealtad, cortesía, confianza, puntua–
lidad, etc., pues éstos están incluidos automáticamente en las
siete reglas. Damos por sentado que no se puede obtener el
éxito sin estos principios fundamentales del carácter.
Por otro lado, muchos que son honrados y rectos nunca
han practicado específicamente ninguna de las siete leyes del
éxito. Muchos pueden ser leales, tener paciencia y cortesía y
ser puntuales, sin alcanzar jamás el éxito porque no aplican
una sola de las siete leyes específicas y definidas. Aun así, cada
una de estas leyes es muy amplia en su alcance.
He aquí, pues, la
primera ley
del éxito:
FIJARSE LA META
CORRECTA.
No se trata de una meta cualquiera. La mayoría de los
hombres "prósperos" que hemos mencionado tenían sus
metas y se afanaron incansablemente por alcanzarlas. Pero