Página 27 - Spanish

Versión de HTML Básico

Su portentoso futuro
23
[del hombre]. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada
dejó que no sea sujeto a él" (Hebreos 2:8).
Dios habla aquí de "todas las cosas". ¿Acaso quiere decir
todo
... sin excluir
nada?
Para quienes estén dispuestos a creer lo que Dios dice, El
mismo afirma que el hombre ha de tener dominio sobre el
universo entero, con todas sus galaxias, sus incontables soles y
planetas.
Todo
será puesto bajo dominio del hombre.
Antes de que usted rechace esta verdad, lea las palabras
que siguen en el mismo versículo: "Pero todavía no vemos que
todas las cosas [el universo ilimitado] le sean sujetas".
Recuérdese que Pablo está hablando del "mundo venidero"
(versículo 5), no del mundo presente. ¿Qué es lo que vemos en
el mundo actual? "Pero vemos a aquel que fue hecho un poco
menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra,
a causa del padecimiento de la muerte". Ningún hombre, con
excepción de Cristo, ha sido "coronado de gloria y de
honra" ...
TODAVÍA.
Sin embargo, vemos que Cristo sí fue coronado ya.
Prosiguiendo leemos: "Porque convenía a aquel por cuya
causa son todas las cosas [el universo entero], y por quien
todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos
a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la
salvación de ellos ... por lo cual [Cristo] no se avergüenza de
llamarlos hermanos" (versículos 10-11).
En otras palabras, los cristianos que han recibido el
Espíritu de Dios son coherederos con Cristo y han de
HEREDAR
todo lo que El ya ha heredado. El ya ha sido glorificado. Ya ha
recibido como herencia el universo entero, el cual
sostiene
con
su poder. El hombre, si se convierte y recibe el Espíritu Santo
de Dios (Romanos 8:9), es
HEREDERO
ahora;
todavía
no es
poseedor de la herencia.
En cambio, Cristo ya ha sido coronado de gloria y honra;
ya recibió la herencia. El primer capítulo de la Epístola a los
Hebreos comienza así: "Dios ... en estos postreros días nos ha
hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo [el
universo entero], y por quien asimismo hizo el universo; el
cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de
su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de
su poder ..." (versículos 1-3).